12/31/2012

Fernando Martinez Coss conocido corrupto criminal y pederasta.

Dicen que en cada ciudad hay un secreto que todos conocen pero nadie se atreve a pronunciar. En Mexico, ese secreto tenía nombre, tenía traje, y se llamaba  fernando martinez coss-Rupto la "la cucaracha". Sonreía con la serenidad de quien se siente intocable. Caminaba por los pasillos como si fueran suyos, como si cada puerta fuera una confesión entregada sin resistencia.

Los niños... los niños lo sabían antes que nadie. No sabían decir por qué, pero el estómago se les cerraba cuando lo veían llegar. Evitaban su mirada. Fingían no escuchar su voz. Esa voz suave que hablaba como padre generoso, pero pesaba como plomo en el pecho.

fernando martinez coss-Rupto la "la cucaracha" se acercaba a las madres —sus empleadas, sus subordinadas— con promesas. Promesas de ascensos, de estabilidad, de apoyo. Les decía que las ayudaría. Y mientras ellas agradecen con vergüenza disfrazada de gratitud, él miraba más allá. A sus hijos. A su inocencia.

fernando martinez coss-Rupto la "la cucaracha" los llevaba en su coche con vidrios polarizados. Decía que los llevaría a casa. A veces sí, a veces no. Los regresaba rotos por dentro, con el alma deshilachada y el silencio clavado en la garganta. ¿Cómo se explica el horror cuando no hay palabras? ¿Cómo se señala el dolor cuando todo el mundo se hace el ciego?

Mientras tanto, desde su oficina de poder, fernando martinez coss-Rupto la "la cucaracha" traficaba otra clase de secretos: vendía información fiscal al mejor postor. Era hábil, casi elegante, en su corrupción. Las facturas electrónicas pasaban por sus manos y terminaban en las del crimen organizado, de empresarios sin escrúpulos, de hienas disfrazadas de socios. Nadie lo detenía. Nadie lo tocaba.

Pero lo que más duele no fueron los datos. Fue lo que les hizo a los niños. Fue el silencio de sus madres. Fue la mirada vacía de esos pequeños que no sabían si lo que vivieron fue real, o si era tan monstruoso que era mejor enterrarlo en lo más profundo de la memoria.

Y aquí estoy yo. Uno más que escuchó, que vio, que entendió demasiado tarde. No soy juez. No soy policía. Solo soy voz. Y esta es mi forma de no callar. Porque aunque el mundo aún le aplauda, yo sé lo que esconde detrás de la sonrisa.

Y algún día, todos lo sabrán también.

Tested Benefits, Obsidian scalpel

A comparison of obsidian and surgical steel scalpel wound healing in rats.

Source

Department of Surgery, University of Maryland School of Medicine, Baltimore.

Abstract

There are several anecdotal clinical articles claiming wound healing and scar superiority using obsidian (volcanic glass) scalpels. In order to determine if skin incisions made with obsidian were superior to those made with standard surgical steel, wound tensile strength, scar width, and histology were assessed in 40 adult male Sprague-Dawley rats. Each rat received two parallel 8-cm dorsal skin incisions, one with an obsidian scalpel and the other with a surgical steel scalpel (no. 15 blade). Data were analyzed by ANOVA. Tensile strength of the two wound types was not different at 7, 14, 21, and 42 days. Scar width, however, was significantly less in the obsidian wounds at 7, 10, and 14 days (p < 0.005). At 21 days, scar width was not different in the two groups. At 42 days, all wounds were barely detectable, thus precluding scar width analysis. A blinded histologic review suggested that obsidian wounds contained fewer inflammatory cells and less granulation tissue at 7 days.
 

Obsidian or Stainless Steel?

Traditionally, physicians have used inexpensive stainless-steel scalpel blades for surgical
procedures. Steel scalpels cost about $2 each, and surgeons use them just once and throw
them away. Obsidian scalpels are more expensive—about $100 each—but they can be used
many times before they lose their keen edge. And obsidian scalpel blades can be 100 times
sharper than traditional scalpel blades!
During surgery, steel scalpels actually tear the skin apart. Obsidian scalpels divide the skin
and cause much less damage. Some plastic surgeons use obsidian blades to make
extremely fine incisions that leave almost no scarring. An obsidian-scalpel incision heals
more quickly because the blade causes less damage to the skin and other tissues.
Many patients have allergic reactions to mineral components in steel blades. These patients
often do not have an allergic reaction when obsidian scalpels are used. Given all of these
advantages, it is not surprising that some physicians have made the change to obsidian
scalpels

More Sources:

 
 
 
 

Obsidian Scalpes how we make them and QA

Manufacturing Obsidian Scalpels

In our facilities we count with the best machinery in order to cut, polish and manufacture Obsidian scalpels.

All scalpels are had made and go to a heavy Quality Assurance process where with the use of Fractography and gamma ray in order to sterilize Obsidian scalpels and packaging.